En Rosario, la barbarie estuvo a la orden del día. La violencia hizo su nefasta aparición y, como resultado, el choque que iban a jugar Central y Newell’s en Arroyito se suspendió. Tratando de dar una explicación a esta decisión, tomada por los incidentes ocurridos en el propio estadio de La Lepra, el presidente Guillermo Llorente indicó: “Nos dijeron que se suspendía porque no estaba dada la seguridad desde el Ministerio. En el estadio había gente detenida y las pensiones estaban desvastadas. No estaban dadas las garantías para que Newell’s fuera a Central y una semana después se jugara el otro partido”.
En algún punto, el mandatario le tiró la responsabilidad a los organismos encargados de brindar la tranquilidad: “Le planteamos al ministro (Raúl Lamberto) que la operatoria no era correcta. Quedó claro. Se falló en lo que respecta a la inteligencia.”. Y consideró que hubiera sido diferente con la presencia de público visitante: “La contención era distinta. Queríamos jugar así. Nuestra gente estaba molesta por no asistir. Se había abogado desde la propia intendencia y el gobierno de la provincia por ello. Después apareció una resolución que no se supo por qué. Se generó algo conflictivo en la ciudad y se falló”.
Por su parte, Lorente mostró su disgusto por estos excesos ocurridos en la tarde rosarina: “Excede a un partido de fútbol. La vida o muerte es otra cosa. Es un estado de locura generalizado. No es casualidad lo de los atentados cruzados”.
Fuente: Ole
Editado por Pelu Gomez
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