Boca – River, River – Boca, como más nos guste, no deja de ser el superclásico del fútbol argentino más convocante de todos y esta edición “Premium” se vislumbra para quedar en la historia. Por primera vez la previa, siempre tan bien caracterizada por los hinchas, tiene como protagonista a la condición en la que se encuentran hoy ambos equipos. Boca, último Campeón del torneo local de primera división, con la mente puesta en el regreso a la Copa Libertadores a disputarse en febrero próximo y River, descendido por primera vez en su historia, busca encontrar una victoria para conformar su ansiedad de gloria.
“Copa Chaco 2012” es el nombre que lleva el primero de los dos partidos amistosos programados (el próximo es el domingo 29 en Mendoza) y a pesar que el Xeneize llega de quedar en el último puesto de la Copa de Oro de Mar del Plata, tras perder el sábado ante Independiente por 1 a 0, Julio César Falcioni no arriesga jugadores por la inminencia de las competencias oficiales que en poco tiempo sus dirigidos deben afrontar, pero apuesta a la capacidad del equipo en el cual muchos jóvenes harán su aparición. Sumado también Pablo Ledesma como posible presentación oficial. En cambio el DT del quipo de Nuñez, Matias Almeyda, saldrá a la cancha con un equipo similar al que venció a Racing, el pasado jueves.
Es la primera vez que los legendarios adversarios se enfrentan en este escenario y provenientes de distintas categorías. El historial entre ambos arroja un total de 107 partidos amistosos, en los cuales Boca marca su paternidad con 41 victorias, 34 empates y 32 derrotas (148 goles a favor, 129 en contra) lo cual aumenta el malestar de un River malherido sediento de revancha.
Sin importar la categoría, el Boca – River siempre tiene condimento propio. La eterna rivalidad nacida en La Boca hace más de un siglo, logra que el enfrentamiento entre ambos sea foco de atracción sin importar el lugar donde se dispute. Aquí, en la Quiaca, o en Chaco, el Xeneize y los Millonarios rompen los esquemas para encender la pasión de miles de fanáticos, miles de almas que sólo buscan ganar en las tribunas, con cantos y coloridos. 22 jugadores que buscan ganar en la cancha, con técnica y táctica. Dos técnicos que miden su profesionalismo una vez más: cada uno en su banco de brazos cruzados o las manos en los bolsillos.
La 337 ° edición de superclásicos oficiales debería grabarse en las retinas de cada uno de nosotros y guardarse en el disco rígido de una eterna pasión.
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