La versión surgió hace unos días y circuló por el Mundo Independiente con la fuerza suficiente como para generar una polémica. Ante la noticia de que Patricio Rodríguez debía ser sometido a una artroscopia por un síndrome meniscal en su rodilla derecha (que arrastraba desde el final del Clausura) se apuntó a la dirigencia la responsabilidad de la demorada operación. El motivo, dicen, habría sido la necesidad de vender a Pato durante el receso. “Es mentira. Nunca especulamos con no operar a Pato”, fue la desmentida de Julio Comparada.
Dichas especulaciones aparecieron por el tiempo que pasó desde que se lesionó (en las últimas fechas del torneo pasado, es decir, principios de junio) hasta el momento en que el jugador entró al quirófano (dos meses después). La pregunta es: ¿por qué no fue intervenido durante el receso para que llegara en condiciones al comienzo de este semestre? El propio presidente se encargó de explicarlo: “El cuerpo médico confió en que podía solucionarse con rehabilitación, sin necesidad de una intervención. De hecho, Pato mejoró y llegó a jugar la última fecha con Huracán. Y realizó parte de la pretemporada”.
El tema es que el jugador sufrió una tendinitis en la otra rodilla en plena gira. Razón por la cual recibió algunas infiltraciones que serían el origen de su aumento de peso (cuatro kilos más). Como la rehabilitación del síndrome meniscal no funcionó, el martes a la mañana, el doctor Luis Chiaradía decidió operarlo. Así, Pato sólo jugó un tiempo en la final de la Suruga (sin estar en su plenitud), se perdió la Recopa (la revancha también) y estará alrededor de un mes sin poder jugar (faltaría a cinco o seis fechas del campeonato local).
Anoche, a Pato le dieron el alta en el hospital Anchorena, donde fue operado por el doctor Tacus. La especulación, ahora, será cuándo vuelve.
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