miércoles, 22 de febrero de 2012

El fútbol argentino, en rojo


El fútbol argentino, en rojo

Al bajo nivel de los partidos se le suma un arranque preocupante en el campeonato: por el exceso de juego brusco y las protestas de los jugadores, hubo 15 tarjetas rojas en las dos primeras fechas.
El que avisa no traiciona, dice un añejo refrán. "Antes de comenzar el torneo se les entregó una nota a los equipos con indicaciones claras de lo que se iba a aplicar dentro del campo". El que habla es Miguel Scime, encargado de la Dirección de Formación Arbitral, quien instruye a los referís sobre las decisiones que deben tomar. Y, para este torneo Clausura, la premisa fue clara: "Mayores exigencias en el control disciplinario y técnico. No permitir el juego brusco grave, los gestos ampulosos, castigar las reiteraciones de faltas y las sujeciones en las áreas", cuenta Scime. El resultado es categórico: en dos fechas el campeonato suma 15 expulsados, con un promedio de 7,5 por fecha, mucho más alto que los 4,3 del Apertura por los 83 hombres que vieron la roja en 190 partidos.

Este panorama de expulsados en alta dosis se suma al otro mal que aqueja al arranque del torneo: el mal nivel de los partidos. El debate se centra en la pobre producción del campeón, Boca, cuya calidad de juego es cuestionada hasta por los mismos integrantes del equipo. Pero más allá de los resultados, muy pocos equipos ofrecen una saludable propuesta en nuestras canchas, con Lanús, Vélez y Tigre como contados ejemplos. Entonces, sobre llovido, mojado: a este mal que se agrava año tras año se le agrega este fútbol en rojo, con exceso de juego brusco y expulsiones al por mayor.

Para Scime, hay una explicación clara: "Me gustaría que no haya tantos expulsados y que los jugadores salgan a disfrutar el juego, que entiendan que esto no es de vida o muerte. Hay muchas presiones, pero irse al descenso o no clasificarse para distintos tipos de torneos debe pasar más que por lo lúdico y no por un problema de honor".

Horacio Elizondo se suma al debate, hay explicaciones y también buenos augurios: "Este es un torneo muy distinto al anterior, ya que se definen ascensos, descensos, promociones y entradas a las copas. Absolutamente todos (jugadores, técnicos, dirigentes e hinchas) están ansiosos y presionados. Los árbitros han salido al campo desde la primera fecha con la firme convicción de poner los límites adecuados desde el inicio. Pienso que con el desarrollo del torneo, los jugadores van a ir entendiendo el mensaje, se adecuarán al mismo, y los árbitros ya no expulsarán tanto. Igual creo que es un buen comienzo por parte de los jueces, por el respeto que muestran hacia las instrucciones recibidas".

De los árbitros de la nueva camada, Patricio Loustau fue el que más tarjetas rojas mostró, en promedio, en el último Clausura: ocho en igual cantidad de cotejos. Federico Beligoy también tuvo un perfil alto en la materia, con 12 en 15 cotejos. Scime le dice a LA NACION: "Venimos trabajando fuerte en el recambio generacional". Los más experimentados fueron por caminos distintos: Pablo Lunati echó 2 futbolistas en 13 cotejos, Juan Pablo Pompei 1 en 11 y Sergio Pezzotta 4 en 17.

Igualmente, el promedio actual es muy superior al de las principales ligas del mundo, e incluso ya lo era en comparación con el torneo pasado. En Inglaterra van 45 en 250 partidos, a razón de 1,8 de promedio por fecha; en España se suman 77 en 230 cotejos, con un promedio de 3,3 por jornada; y en Italia el total llega a 55 en 235 encuentros, con una media de 2,3 por fecha.

Sobre la materia, Ángel Sánchez explicó: "No importa la cantidad de expulsiones, lo que tiene relevancia es la certeza en la aplicación de las mismas. Antiguamente se decía que el mejor arbitro era el que terminaba con los 22 jugadores; hoy sería imposible. Distintos factores obligan a los árbitros a ser menos flexibles en la conducción de un partido y por la tanto la cantidad de expulsados es mayor".

Claro que en la intención de las autoridades arbitrales de castigar el juego brusco tiene una pata renga: las fechas de suspensión que luego pone el Tribunal de Disciplina, que suele mostrar liviandad en sus decisiones. " Es otro ente independiente, no nos compete opinar", esquiva Scime. Ante la insistencia sobre si le gustaría que los castigos sean más estrictos, acota: "El Tribunal sabrá porqué toma esas decisiones. Habrá que preguntarles a ellos", gambetea de nuevo aunque se percibe cierto fastidio.

Ese es el panorama del fútbol argentino hoy. Un fútbol con demasiados expulsados de las canchas: el nivel, las buenas propuestas y, en este inicio de torneo, muchos futbolistas.

LA TABLA DEL FAIR PLAY
Los equipos más y menos limpios para LA NACION

En su página de estadísticas, al término de cada fecha La Nación realiza una tabla de posiciones del Fair Play, con tres puntos al club con un jugador expulsado y uno al que recibe una amarilla. En el Apertura, el mejor fue Independiente, con 39, seguido por Boca con 44 y Tigre y San Martín de San Juan, con 46. El peor: Belgrano, con 81, y luego Racing, con 72, y Argentinos y Godoy Cruz, con 63. El arranque del Clausura muestra los extremos: los mejores son Lanús y Arsenal, con tres, y el peor Colón, con 11, escoltado por Banfield, con 10.

SIEMPRE VÍCTIMAS
Las críticas de los jugadores expulsados

Los jugadores suelen criticar con dureza a los jueces que los expulsan. "Tengo todo el derecho de preguntarle por qué lo echó a Bastía. Me amonesta para que no hable. Sacó a todo el mundo. No fue un partido violento ni nada raro", protestó Esteban Fuertes sobre Germán Delfino, quien lo expulsó ante Arsenal. "Es un soberbio. Se la agarró conmigo y me echó cuando podría haber echado a cualquier otro. No cuidan a los que juegan bien, sino a los que pegan patadas", se quejó Matías Defederico respecto de Saúl Laverni, que le mostró la roja en San Juan.

15 son los expulsados del torneo: en la primera fecha, N. Bianchi Arce y F. Meza (San Lorenzo), M. Defederico (Independiente), A. Delfino (Banfield), F. Montero (Unión) y A. Bastía y E. Fuertes (Cólon); en la segunda, C. Pérez (Belgrano), R. Brum (Banfield), L. Torres (Newell's), D. Gandín (A. Rafaela), M. Morel (All Boys), C. Cellay (Estudiantes), D. Castaño (Tigre) y J. Falcón (Godoy Cruz).

1 comentario:

  1. por q en vez de hablar de juego brusco y otras pelotudeces , no hablan de q el futbol argentino es mediocre por q los dirigentes se roban todo!! y uds muchas veces son complices de esos vaciamientos ,, basta de hipocresia y digan las cosas como son!!

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