jueves, 6 de octubre de 2011
Independiente : Fernando Godoy tiene el ánimo por las nubes: Ramón lo tiene muy en cuenta
Fernando Godoy tiene el ánimo por las nubes: Ramón lo tiene muy en cuenta y el volante central trabaja para no dejar escapar la chance.
Américo Rubén Gallego, cuando lo conoció siendo entrenador de Independiente, lo bautizó como “Tolito” porque le recordaba a él en sus años mozos. Fernando Godoy levantó el guante con orgullo e inició su camino en Primera. El volante posee un gran temperamento dentro y fuera de la cancha y, quizás por eso, el Tolo se vio reflejado. El jugador menos mediático del plantel del Rojo va surcando su recorrido a pura garra, logrando ganar terreno poco a poco. Post Gallego, tecleó con Garnero, recuperó espacio con Mohamed aunque sin lograr continuidad y, hoy, se afianza con Ramón Díaz. “Todo desde un principio lo vivo como un sueño. Desde chico supe que si hacía las cosas bien, mi sueño se podía cumplir. Por momentos las cosas no salieron como esperaba, el equipo no venía bien pero el Tolo siempre me bancó más allá de alternar a veces en Primera y otras en Reserva”, cuenta.
-Con Daniel Garnero, ¿qué pensaste?
-Cuando él llegó pensé que se cortaba todo, más que nada por cómo se dio la pretemporada y después el torneo. Todo indicaba que no iba a jugar. Además, con Pellerano y Battión, la cosa era difícil.
-¿Qué cambió, más allá de la lesión de Battión?
-Cuando uno está en un club grande como es Independiente, es consciente de la fuerte competencia interna, que es muy sana. Pelle, más allá de los resultados, viene haciendo bien las cosas y cuando Roberto esté en condiciones, sé que será más difícil para mí. De eso se trata, de demostrar siempre.
-Cuando se abre cada libro de pases, ¿prestás atención a las negociaciones en tu puesto?
-(Risas) No es que estoy pendiente pero sí, me fijo. Sé que el que llegue suma y eso siempre es bienvenido. Es una linda presión para no dejarse estar.
-¿Te desilusiona cuando hay un 5 en la mira?
-No tanto porque sé que también depende de mí que llegue la chance o no. Obvio que el que llega o el titular es el que tiene la prioridad pero también sé que si hago las cosas bien, la oportunidad se da. Para que uno no caiga en la desesperación, el factor más importante es la familia. Sin una buena base afectiva es muy difícil crecer. El tren pasa una sola vez. Y yo no me quiero bajar.
-Más ahora que llegó Ramón Díaz.
-Cuando llega un nuevo técnico es como que todo renace porque arrancás de cero. Todos se quieren mostrar y es como una nueva oportunidad para los que no venían siendo tenidos en cuenta. Está bueno eso. Desde que él llegó hice todo para rendir, que me vea y me elija.
-Y te toca hacerlo en una posición especial.
-Mi puesto es importante. Si no es el más importante le pega en el palo porque todo pasa por ahí, el fútbol se genera en ese sector de la cancha. Desde chico me gustó esa posición. Quizás porque la pelota siempre tiene que pasar por ahí.
-¿Qué conservás del chico que soñaba con llegar a Primera?
-Uno empieza siendo hincha y cuando va creciendo tiene que empezar a dejarlo de lado para ser cada día más profesional. Las responsabilidades cambian. De a poco te tiene que entrar ese chip en la cabeza para sacar el hincha y dejar sólo al profesional.
-¿Lo lograste?
-Hay un solo partido en el que no lo logro: contra Racing. Ahí se mezcla el profesional con la pasión. Ese es el único partido que lo juego como hincha.
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