Cuando parecía que estaba todo dado para que Martín Cauteruccio se convirtiera en las próximas horas en la segunda incorporación de Independiente (la primera fue Daniel Montenegro), surgieron problemas y diferencias entre Quilmes, dueño del pase, y el Grupo Inversor que iba a aportar el dinero para hacer la transferencia y luego cedérselo al club de Avellaneda.
¿Qué fue lo que sucedió? Si bien se había acordado de palabra que la operación se cerraría en u$s 2.000.000 (una mitad del pase es del "Cervecero" y la otra de Nacional de Montevideo), ahora los empresarios a cargo de la negociación cambiaron las condiciones de lo estipulado ayer y solicitaron ejecutar el pago en dos cuotas, razón que despertó el malestar en el Sur y una inmediata negativa.
En estos momentos, el traspaso está frío pero no caído definitivamente. Es que los dirigentes del "Rojo" todavía tienen fe y esperan una marcha atrás en la oferta, para volver a ofrecer lo que se puso sobre la mesa en un principio y así concretar el arribo del delantero que tanto exige Américo Rubén Gallego. Pero las cosas son claras: Quilmes quiere la plata ya y al contado.
Pero hay más: el "Charrúa" aún no se recuperó completamente de una lesión bastante traicionera, que es la pubialgia que lo azota desde fines del año anterior. Esta complicación, la misma que molestó a Luciano Leguizamón en el Torneo Inicial, encendió las luces de alarma en Independiente.
Fuente: Playfutbol
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