El verano es una estación ideal para parar la pelota. Dejarla a un costado, invitarla a la reflexión. Descubrir sus latidos, explorar el sabor de la gloria, el sentido de la derrota. Federico Insúa es un futbolista talentoso y experimentado, que acepta la pausa entre tanto sudor de pretemporada. Pocho es un exitoso trotamundos del fútbol: jugó aquí, allá y más allá. Salió campeón en Independiente, en Boca y en el torneo Inicial 2012 con Vélez sobre la número diez. Bajo una arboleda de la Villa Olímpica, se explaya. Relajado, con el balón a un lado, charla del fútbol y de la vida.
-¿Qué significó otro título, a esta altura de tu carrera? ¿Es igual o es diferente de cuando alcanzás la gloria a los 20 años?
-Lo disfruto porque fue una experiencia muy importante para mí porque todo cuesta mucho. Volví a la Argentina, a Vélez, después de estar en un montón de lugares, y empezás a valorar lo importante que es salir campeón. A lo largo de mi carrera, me había tocado ganar y también había pasado un buen tiempo sin lograr el objetivo. Les doy la misma importancia a todos los títulos, pero este último me agarra a una edad bárbara, con otro protagonismo. No soy líder, pero junto a un par de compañeros llevo el grupo adelante y desde ese lugar fui parte del armado de un grupo espectacular.
-De aquel chico de Independiente a hoy, ¿en qué cambia el hombre cuando se llega a la cúspide?
-Es lo mismo, cambia sólo la edad, es natural. A medida que vas creciendo, vas modificando cosas, la experiencia te lleva al aprendizaje. Estaba en otro lugar.
-Te fue muy bien en algunos equipos. Y, también, conociste la otra cara del fútbol. ¿Se aprende más de las derrotas, es así como dicen?
-En todos los lugares en donde estuve la pasé muy bien, fueron lindas experiencias. Es muy difícil estar en tantos equipos y lograr siempre campeonatos...?El éxito no es sólo lograr torneos. Es importante, sí, es lindo, pero también he estado en lugares en donde estuve bien sin salir campeón. Estoy orgulloso de mi carrera, de lo bueno y de lo malo.
-¿Cumpliste todos los sueños? Debutar en primera, jugar en grandes, salir campeón, pasar por el seleccionado...?
-Empecé de muy chico, siempre me gustó hacer lo que hago y me fue bien. El fútbol es un trabajo, un trabajo de todos los días. A medida que vas cumpliendo cosas, te vas trazando nuevas metas. Por eso me gusta estar en Vélez: siempre se piensa en ganar.
-Decís que el fútbol es un trabajo. ¿Se puede disfrutar ese trabajo con tantas presiones?
-Yo disfruto mi carrera. Claro que la disfruto, más cuando lográs un título. Fue un año muy bueno 2012 y un gran último semestre.
-La sociedad señala que cuando sos campeón sos el mejor; si quedás en el camino, no servís. ¿Lo ves así?
-Mirá, se dramatiza un montón, pero hay que tener en cuenta que el que sale campeón les gana a los 19 equipos restantes, el que sale segundo, a 18...Me parece que hay que parar la pelota y no sumarse a esa locura. Yo disfruté el torneo, pero si hubiese quedado atrás no estoy de acuerdo si me señalaban lo que dice la gente.?El hincha es tan pasional, tan fanático, que sólo se conforma si se sale campeón.
-¿Qué es el éxito para vos? Saliste campeón, pero hay grandes jugadores que no lo lograron y no por eso no fueron exitosos.?
-Claro. Se tienen que dar muchas cosas, el grupo, el cuerpo técnico, los dirigentes, es un camino largo y difícil. Por eso soy un privilegiado del fútbol. Hay que valorar esas cosas y ponerlas en el lugar que tienen que estar.
-Recorriste varios puntos del mundo. ¿El fútbol te ayudó a crecer más allá de la cancha?
-La educación que me dieron en casa es mi base. Para mí, lo más importante es el respeto por el compañero, la solidaridad...Trato de ser un buen compañero, tanto en el éxito como cuando no te va bien. Ahí se ve quién sos realmente. Hay que ser buena gente, ayudar al otro, ésa es la base del éxito. En el fútbol y en otros trabajos. Mis viejos, dos laburantes, me enseñaron esos valores.
"No estoy todo el día metido con el fútbol.?No tiene nada que ver. Tengo mi vida personal, que es mi vida... Hago lo que hace todo el mundo: estoy con amigos, con la familia. El futbolista tiene mucho tiempo libre, pero atención, hay que ser profesional, mucho cuidado personal, porque la carrera es corta. Ése es el mensaje que quiero dar, hay que pasarla bien y ser profesional", resume Pocho, un par de conceptos de vida, con las tentaciones que provoca el balón. Estira las piernas, abandona el celular: todavía hay mucho por decir y escuchar.
-Con tu forma de juego, ¿sos feliz en la cancha, a pesar de lo mal que se juega?
-Nos dedicamos a esto. Hay que salir a la cancha feliz, haciendo lo que uno sabe hacer. Se puede disfrutar, ¡cómo no se va a poder disfrutar! Vélez es un equipo para disfrutar.
-Tenés 33 años. ¿El retiro está lejos?
-No me pongo una fecha. Me siento muy bien, por eso no me pongo límites, no quiero que se agarren de una declaración mía...Me siento bien, contento con la carrera que hice. La edad es un tema natural, uno va creciendo y lógicamente que no soy un chico. Pero a mi edad puedo leer mejor los partidos. Después, veré.
Falta, todavía falta mucho, pero algún día, cuando guarde los botines, Insúa va a ser entrenador. Acaso también repase otras páginas como estudiante. Le agradan los libros: a los 17 años hizo su primera pretemporada y todavía estaba en el aula, hasta que acabó la secundaria. "La educación es muy importante y me parece que es algo que tenés que tener. Después, se me dio todo. No imaginé nunca hacer esta carrera, te soy sincero", abre su coraza Federico. Y ahora, más liviano, agarra la pelota y se va. Para volver a tratarla con sutileza.
LA VIGENCIA DEL NÚMERO DIEZ, A PESAR DE TODO...
A Ramón Díaz le agrada el enganche. A Carlos Bianchi lo seduce el enlace. ¿Resisten en el fútbol argentino los números diez? Pocho Insúa algo sabe del asunto: "Si hacemos un repaso de casi todos los últimos campeones, todos jugaron con enganche. Boca, Vélez lo mismo. Y si vas para atrás, son varios los que jugaron con números diez". -¿Está vigente, entonces? -Hay, hay. Me parece que sí. La Argentina y Brasil tuvieron los mejores diez de la historia. No hay tantos, pero hay. -Pero ahora tienen que marcar, tienen que correr. Antes levantabas la cabeza y creabas solamente. -El fútbol cambió en todo el mundo. Hay que agregar cosas al juego, si se puede mejorar para ser más completo, está buenísimo.
"VÉLEZ TIENE AÑOS DE ORDEN Y TRANQUILIDAD"
La Villa Olímpica lo describe: Vélez es un paraíso. Campeón, ordenado, un espejo en el que deberían reflejarse los viejos poderosos. "Lo que me dio Vélez es perfecto para mí. El mensaje que te baja de laburo, de perfil bajo, sabiendo que hay que ganar, con esa personalidad ganadora", lanza Insúa el inventario del mundo de la "V" azulada.
-¿Esa tranquilidad te ayudó en esta etapa? ¿Creés que hoy, si estuvieses en Boca o Independiente, no podrías demostrar lo mejor por tanta locura?
-Hay que mantener un equilibrio. Cuando las cosas van mal, hay que manejarse de la misma manera, siempre unidos. Acá hay una estructura. Vélez tiene años de orden y tranquilidad que en otros clubes es difícil ver. Pero no es nada fácil.
-¿Se disfrutó el título o inmediatamente empezaron a pensar en la Libertadores?
-Ya está. Ya se salió campeón, está presente, pero ya pasó. Fue hace un mes y medio, nos fuimos de vacaciones, la pasamos bárbaro y ya pensás en este año. Estar arriba, eso tenemos en la cabeza siempre. No hay motivo para relajarse, no tiene sentido. Los pibes te empujan y los grandes llevamos el grupo.
-¿La Copa es la obsesión?
-No, no nos confundamos. Es una confusión, es una idea en la que no nos enganchamos. La Copa es muy difícil. Vélez siempre está cerca, dos semifinales jugó. Tenemos la máxima expectativa, pero paremos la pelota acá.
Fuente: Cancha Llena
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