sábado, 2 de marzo de 2013

Belgrano: La violencia sin fin


Hubo disturbios en la tribuna en Newell's – Belgrano y el que sufrió fue Turús: un efectivo le pegó en medio de los líos. La Policía rosarina reprimió a los visitantes y los echó del estadio. "No voy a hacer la denuncia", dijo el jugador.
La violencia nos gana por goleada. Es un afano, suspéndanlo. Se convirtió en una mala costumbre y ya es una lucha despareja, con rivales que no están en el mismo nivel. Porque ni siquiera se disimula. Al contrario, es cada vez más evidente, copa los escenarios y se ríe del fútbol. O mejor dicho, lo va destruyendo poco a poco. Incluso, el nivel de agresiones llegó a tal punto que hasta parecen normales los palazos de la Policía en la tribuna de Belgrano para descomprimir la euforia de los cordobeses. Sin embargo, lo más triste es que si quedan como cotidianos es porque lo que ayer verdaderamente heló la piel fue ver cómo un policía de Infantería le partía la cara (literalmente hablando, eh) de un garrotazo a Gastón Turus dentro del campo de juego: “¡La Policía me pegó un palazo!”, explotó -y con razón- el defensor.
El partido rozaba el ocaso. El Coloso era una fiesta. Claro, los que no participaban de esa celebración eran aquellos hinchas en la platea que estuvieron más preocupados por cascotearse con la popu de Belgrano. Ahí comenzaron las malas decisiones de Mauro Giannini, que con las piedras volando, debió detener el juego. Sin embargo, sí se percató cuando en el Parque se oyeron varios tiros. ¿Qué sucedió? Con el afán de desconcentrar a los violentos visitantes, la Policía arrancó con los bastonazos y las balas de goma dentro de la misma tribuna. Tiros y líos. Por eso la desesperación de Juan Carlos Olave, quien estaba en ese arco y fue el primero en llegar al lugar de los hechos a pedir calma y, de paso, insultar a los otros violentos, a los de uniforme. Hasta ahí, todo ocurría en la tribuna.
Todo Belgrano se arrimó a la esquina donde se desarrollaba la pelea. Instantáneamente se formó un cordón policial para que no pudieran llegar hasta al alambrado. La hecatombe, quizá, se inició cuando Quiroga le tiró un planchazo a un efectivo. También allí, Turus quedó cara a cara con una mujer policía, que amagó con pegarle para alejarlo. El que sí completo el recorrido de su arma fue el efectivo de Infantería, que le dio con la punta del bastón en la cara al defensor del Pirata y le cortó el pómulo izquierdo. Todo dentro del campo visual de Giannini, quien debió suspender el partido aunque decidió no terminarlo ahí y expulsar a Lollo, que también agredió a un policía. “No voy a hacer la denuncia”, dijo Turus. Según averiguó Olé , sería por temor a represalias. ¿Entonces? El fútbol perdió otra vez.




Fuente: Ole
Editado por Pelu Gomez
@peludariogomez

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