Me tocó jugar en los amistosos y de a poquito me voy sintiendo mejor...”. Ezequiel Carboni está enchufado. La energía de su voz y la sonrisa de su rostro lo evidencian. Está conforme. Y feliz. A los 32 años espera ansioso su debut en Banfield, club al que le tiene un cariño especial desde pequeño, incluso cuando le tocó vestir la camiseta de Lanús, el eterno rival del Sur. Y también quiere sentir nuevamente el roce, el clima, el escenario que presenta nuestro fútbol tras varios años en Europa. Y no lo oculta: “Desde que me fui que extraño Argentina”.
-Se te ve entusiasmado.
-Sí. El día que volví de Europa dije: “Me quedo acá”. Lo tenía decidido. Al principio sufrí un poco porque llevaba mucho tiempo sin hacer una pretemporada en nuestro país. Acá son de 15 días, pero mucho más intensas que en Europa, donde duran un mes pero vas gradualmente. Pero lo hago contento porque estoy en el lugar que elegí.
-Sos hincha de Banfield; ¿cuánto pesó eso en la decisión que tomaste?
-Fue la gota que me hizo rebasar el vaso para venir. Estoy muy contento, fue una elección mía.
-¿Seguías los partidos de Banfield desde Italia?
-Sí, seguía al fútbol argentino. A Lanús también, no te voy a mentir. Yo tengo un pasado muy lindo ahí. La Liga argentina siempre me gustó. Más allá de que uno vivió cosas espectaculares en Europa, esto me encanta. Por eso decidí volver.
-No cambiás por nada el haber vuelto, ¿no?
-Todo tiene su momento. A los 25 años lo que más quería era irme porque tenía que seguir creciendo. Y para eso te tenés que ir a Europa, es una realidad. Por lo menos es mi experiencia. Me tocó hacerlo, y después de todo lo que viví, a los 32 años no cambio por nada haber vuelto al país. Por suerte pude elegir a este equipo que me tira por el corazón, pero más que nada por el proyecto.
-¿Te sorprendió el fútbol argentino de hoy?
-Desde ya. Cuando me fui los campeonatos los ganaban River o Boca. Los equipos chicos la peleaban, pero nada más. Estos últimos años se equilibró todo. Quizás antes de ir a un equipo grande uno elige Banfield porque hace bien las cosas y, a la larga se ven los resultados. Pero que no esté River en Primera es un dolor grande para el fútbol argentino.
-¿Cómo viste a Sebastián Méndez? ¿Qué te pidió?
-Lo noté muy capaz, trabaja muy bien. Es muy puntual: con tres o cuatro conceptos vos ya sabés dónde moverte dentro de la cancha más allá de la experiencia de uno. Me pone muy feliz. Todo encuadra para hacer una linda campaña.
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