Con la intención de fortalecer la convivencia más que la efectividad de un entrenamiento horas después del pobre empate ante Olimpo, el plantel de Boca regresó hoy de Bahía Blanca, realizó un entrenamiento liviano en Casa Amarilla tras lo cual compartieron un asado.
Mientras en La Boca veían cómo se caía toda ilusión de volver a vestir a Fernando Gago con la azul y oro por las pretensiones millonarias del Real Madrid pese a que su técnico José Mourinho no lo tiene al futbolista entre sus preferidos para el once titular.
Contrariamente a lo que suele ocurrir, el técnico Julio Falcioni optó por aprovechar extender la mañana del viaje desde Bahía Blanca, hacer un regenerativo para los que jugaron y unir al plantel con un asado.
Pese al conformismo de casete tras el empate frente a Olimpo, con diez de los once titulares que imagina Falcioni para este torneo (solo faltó Leandro Somoza), y al supuesto mal estado de la cancha tal cual endilgó Juan Román Riquelme, el partido en el Carminatti dejó un gusto a preocupación, sobre todo por la flaqueza de ataque.
Boca tiene poco más de una semana de tiempo para preparar el partido ante Unión, recién ascendido, en lo que será el debut en La Bombonera en esta nueva temporada. Por lo pronto mañana el plantel tendrá día libre.
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