lunes, 1 de agosto de 2011
Racing ingresa al sprint final de su preparación con incertidumbre: aún no rindió en ataque. “Hay que encontrar el mensaje del técnico”, explicó Matías Martínez.
A menos de una semana para el debut frente a Tigre, el Racing de Simeone pronuncia verbos vagos, ambiguos. De buenas intenciones pero poca claridad en la ejecución, sólo una parte del libreto que pregona el DT parece haber hecho mecha en sus jugadores. Cumplido el ciclo de amistosos con resultados perfectos (triunfos ante Villa San Carlos, Acassuso, San Lorenzo y Atlanta) la Academia, con algunas bajas importantes, no dejó una imagen sólida de cara al inicio del Apertura. De Russo a Simeone, en cuestión de días, se pasó de ser un equipo intimidante en ofensiva e inocente en la defensa a uno completamente inverso.
Frente a San Lorenzo y Atlanta, los dos rivales más fuertes, la Academia demostró que aún no está aceitada en ataque. Sin Teófilo Gutiérrez (estará ante el Matador) y Gio Moreno el equipo no hace daño, y Hauche y Viola comienzan cada jugada en posición de volantes. Además, la zona gris por la que deambulan Toranzo y Lluy es otro déficit que salió a luz en cada partido. “Es un proceso nuevo y hay que encontrar el mensaje que nos da el técnico”, explicó Matías Martínez.
La idea original de Simeone no es la que seguramente mostrará en Victoria. Sin Yacob y Licht (suspendidos), y con Gio a punto recién en la tercera fecha, el Cholo parará un 4-3-3 (ver aparte) por más obligación que convicción. Su equipo ideal, claro está, muestra algunas variantes perceptibles: Yacob compartiría la mitad de cancha con Pelletieri y delante de ellos habría una línea de tres volantes ofensivos. Hauche, Giovanni y Viola o Castro serían los encargados de abastecer a Teo.
Pero también se rescatan cimientos positivos que pueden ser los antecesores de un equipo con el equilibrio que busca el DT. La Acadé absorbe los ataques rivales (nadie le hizo más de un gol en la pretemporada) y, a diferencia de etapas anteriores, la pelota parada parece ser una fuente de recursos inagotables. Contra Atlanta se dio vuelta el partido con dos cabezazos de Martínez tras dos tiros libres: en el ABC de Simeone está virtud es un ítem fundamental. Ahora, con seis días a puro trabajo, el Cholo tendrá que afilar su cuchillo en el ataque. Y Tigre, de local, es un rival que no suele hacer de su arco un blanco fácil de vulnerar.
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