En el Parque hay buenas vibras de cara al arranque del Apertura. Y eso se nota en cada palabra del técnico, Javier Torrente. “Estamos por el buen camino”, resalta, confiado. Afirmación que se sostiene gracias al prometedor andar del equipo en los amistosos: no perdió (le ganó a 3 de Febrero y Belgrano, e igualó con Colón) y sólo recibió un gol. Con la llegada de los refuerzos, la ilusión tomó forma y cobró vida cada vez que rodó la bocha. “Noir y Sperdutti son desequilibrantes, están muy bien”, dice sobre la dupla de arriba, que seguramente será la del debut contra Estudiantes. Si es que el Gordo no se va… Sin embargo, el DT leproso se anima a más: “Nos estamos soltando de a poco. Sería ideal que el equipo logre sostener más tiempo este ritmo de juego”. Es que la Lepra muestra dos caras: una en los primeros tiempos, sabiendo a qué juega, y otra en las segundas partes, algo más desordenado e improductivo. ¿Qué les pasa? Lucho no lo sabe a ciencia cierta, pero intuye que se debe al desgaste de la exigente pretemporada.
Y en la misma sintonía están los jugadores, confiados y con positivas sensaciones, pero sin dejar de lado la cautela, como Diego Mateo: “Tenemos buenas expectativas. Hemos mejorado en el manejo de la pelota y arriba siempre complicamos”. Aunque Pomelo, con mil batallas en el lomo, no olvida que fueron partidos de pretemporada. “Ahora llega la hora de la verdad y debemos demostrarlo por los puntos”, aclara, consciente de que lo más importante está por venir.
Así, el hincha tiene derecho a soñar. Torrente trabajó en los puntos flacos -como la creación- y encontró soluciones convincentes. La base está, y la ilusión también.
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