lunes, 5 de septiembre de 2011

Independiente : "Me echó la barra"


El Turco Mohamed pegó con todo en el adiós: "Fue un mensaje muy claro. Comparada fue al vestuario, discutió fuerte con algunos jugadores y a los cinco minutos estaba la barra en la puerta", dijo sin anestesia.

El Turco no se come una. Y si lo hizo, anoche, en Avellaneda, fue por el bien común. Te podrá gustar o no como dirige pero tiene claro cuáles son sus objetivos. De vida, principalmente.

Después de la derrota ante Boca en el Libertadores de América, 200 barras fueron a buscar al plantel, feo, a la salida del vestuario. Fue un “que vayan todos” intimidante, acompañado con la banda de sonido de una marcha fúnebre…

Mohamed, ya renunciado a la fuerza, se dio una vuelta por el predio Santo Domingo de Villa Domínico para saludar a su tropa, agradecer, y blanquear la situación. Y a poner las cosas en su lugar…

“De nombres propios no voy a hablar. Dije lo que te tenía que decir y punto. Cada uno es como es. Julio (Comparada) tiene su manera de ser y yo tengo la mía”, aseguró en ronda de prensa tras la pregunta . Antonio mostraba las cartas. No todas. Pero su cara de póker servía para conocer lo que pasó en la previa al escándalo dominguero, al cruce con esos animales nocturnos.

“La decisión no la tomó yo: la tomó ayer la barra”, fue su primera declaración de principios. Para que de entrada quedase claro por dónde venía la mano. Y hacia dónde iba la piña. “Forzaron a que tomara esta decisión. El equipo tiene todoavía un partido suspendido, si gana queda ahí de la punta, no tiene problemas de promedio. Las cuentas las hacemos al final dije siempre. El club fue campeón internacional, va a jugar la próxima Sudamericana, está a tres puntos de meterse en la próxima Libertadores. Así que el tema deportivo no es…”, dijo el ex DT de Huracán, que dirigió al Rojo en 51 partidos, con una efectividad del 43,8% de los puntos luego de 16 triunfos, 19 empates y 16 partidos.

“Vine a agradecerle a los jugadores y nada más. También ahora al hincha verdadero, al que apoyó, al que nos aplaude en las plateas, a los que nos bancan en las encuestas. Y no al que ayer estaba gritando por una orden…”, siguió pegando. ¿Una orden de quién? Y continuó. “Ayer no los dejaron cantar en la platea, como pasó en cancha de Argentinos Juniors. Ya se van a enterar con el tiempo lo que pasó. Pero lo de anoche está muy claro. Eso no fue espontáneo…”, agregó antes de su máxima matinal.

“Cuando un club no está bien manejado, el final se da así, de esta manera. Ayer la decisión la tomó la barra: eso quiere decir que son los que mandan en el club. Queríamos seguir trabajando. Creo que tuvimos una buena convivencia, le hicimos conocer el mundo a muchos, me gustó este ciclo. Pero se terminó. No hay que hacer ningún drama”, intentó aplacar antes de ponerse a contar el backstage de la salida.

“Comparada estuvo en el vestuario ayer y se retiró cinco minutos después. Tuvo una charla un poquito elevada de tono con los jugadores. Se fue él y apareció la barra... Fue un mensaje muy claro. El 90% de la gente no insultó y apoyó. Ayer, un grupo de barras, mandados o no mandados, nos echó de su casa. El fútbol argentino está muy mal”, acotó dolido.

“Creemos que no hay crisis futbolística, tal vez sí de otra índole. Si no se soluciona lo dirigencial… Los jugadores no pueden jugar todo el partido insultados, con miedo de que te rompan el coche… Que la gente del club proteja más a los jugadores y a los chicos del club, que le van a dar el patrimonio a la institución. De mi parte, estoy muy tranquilo. Cuando llegamos nos pidieron el Clásico y la Copa. Lo conseguimos. Quedamos en la historia del club. Aunque nos tenemos que ir por la historia reciente del club”, cerró el Turco. Se acomodó las gafas de sol, la bufandita al cuello. Y se fue. Embarrando a muchos. Sin comerse una.

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