martes, 9 de agosto de 2011

Velez: Iván, autor del empate en Mendoza, sabe lo complicado que es ser titular: “En Vélez hasta es difícil ir al banco”.


Le pegué fuerte con los ojos cerrados y entró de pedo, pidiendo permiso. Ni yo sé cómo pasó entre tantas piernas, casi que no la vi entrar. Porque si le pego de nuevo, la mando a la tribuna. Y decí que Poroto se agachó justo, porque si rebotaba en él fija que se iba al córner. Encima después, Fabián quería que lo abrazaran a él, ja”.

Así es Iván Bella. El pibe de Inferiores es el mismo que marcó el gol del empate el sábado en Mendoza contra Godoy Cruz. Espontáneo, liberado, desestructurado, macanudo, directo, suelto. Así en una nota, así en una cancha. Demostrado con distinciones cuando le tocó la dicha de ingresar por Víctor Zapata, motor y referencia de Vélez. Debió copiarle su administración de los tiempos, su control, su ubicación, su panorama y se sacó una nota destacada. “Si estaba Cabral, seguramente entraba él, porque es más su puesto ése. Pero por suerte me adapté rápido a esa posición, me gusta jugar ahí y entro más en contacto con la pelota. Se dio todo para que entrara y la meta. Aparte, en un momento Ramírez dobló el tobillo y tuve que hacer el calentamiento, pero al toque se recuperó y me volví a sentar. Ya quería entrar, ya me habían entrado esos nervios. Hacer el calentamiento y no entrar es feo, jaja”. El volante zurdo tiene una difícil tarea: hacerse un lugar en un equipo estable, armado. En eso anda Iván: “Va a ser difícil hacerme un lugar en un equipo con tantos buenos jugadores. Pero uno nunca pierde las ganas de trabajar. Cada vez que me toque entrar, tengo que hacer lo que sé. Obvio que me gustaría ser el jugador número doce, pero acá hasta es difícil ir al banco”. Aprovechando el hueco que dejó la ida de Ricky Alvarez, ex primer suplente en el semestre último, ahora la vida le sonríe a Bella. Otro sustituto de lujo.

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