El traspié golpeó a Antonio Mohamed como si fuera un jugador más. La cara del Turco denotaba un cúmulo de frustración y bronca contenida. Por desaciertos propios y por méritos del rival, y por una serie de penales que esta vez jugó en contra, la 17ª estrella del escudo acababa de escaparse. No hay un porcentaje para definir culpas y responsabilidades. Sí un discurso unificado, vacío de excusas: "No estuvimos bien, jugamos mal. Ellos fueron superiores y ganaron justamente".
-¿Jubilo te sorprendió?
-No. Porque sabía que era un equipo complicado. Tenía sus debilidades pero también sus virtudes. Fuimos nosotros los que los dejamos hacer muchas cosas y es por eso que el rival nos superó. Intentamos modificar con nombres, con posiciones, pero creo que nunca nos sentimos cómodos. Intentamos por todos lados, pero nunca le encontramos la vuelta.
-¿Por qué sacaste a Battión en el entretiempo?
-Necesitábamos más juego con Fredes como 8 por adentro y tratamos de modificar con Rodríguez para tener más desequilibrio individual. No lo conseguimos. Teníamos juego aéreo y cabeceábamos pero nunca manejamos la pelota. Y lo que buscamos con los cambios fue tener más gente que juegue por lo bajo. ¿Para qué tener tipos altos si no llegábamos al arco y no teníamos posesión de la pelota?
El lamento se repetía en cada respuesta de Mohamed: "Tuvimos una muy mala noche. Cuando otro hace bien las cosas hay que saber aceptarlas. Nos costó una eternidad meternos en el partido". Ahora su desafío más grande es recomponer el ánimo de un plantel destruido de cara a la ida ante el Inter de Brasil por la Recopa, el miércoles. "Los grandes han caído un montón de veces pero se han levantado más veces. E Independiente es un grande, sin dudas. Entonces no nos podemos caer por esta derrota. Tenemos que ganar la próxima Copa. Tener gloria es no caerse y saber levantarse. Y a la gente le digo que nos vamos a levantar", predijo.
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