Américo Rubén Gallego no para de coleccionar dolores de cabeza antes de comenzar con la competencia en el semestre más importante en la vida de Independiente. A los malos resultados resultados en el torneo de verano, el suceso poco feliz vivido por Claudio Morel Rodríguez, las lesiones de jugadores importantes y la dificultad de cerrar al segundo refuerzo, se sumó la salida de un hombre que estaba en la consideración del técnico.
Se trata de Paulo Rosales, quien estaba decidido a irse de Avellaneda y emigrar desde hace varios días, aunque el DT y algunos dirigentes trataron de convencerlo para que siguiera al menos seis meses más en el club. Por una serie de malos entendidos, el ex Unión de Santa Fe tenía arreglada su desvinculación con la Comisión Directiva, pero cuando se enteró el "Tolo", buscó frenarla porque pensaba incluirlo entre los titulares este domingo desde las 18 ante Tigre.
No hubo manera de cambiar su pensamiento y hoy el jugador se presentó en el predio de Villa Domínico para despedirse de sus compañeros y del cuerpo técnico, que hierve de bronca por la situación. Es que ante la ausencia de Luciano Leguizamón, el mediapunta sería de la partida en el cotejo pendiente frente al "Matador". Ahora, su destino sería el Bahia de la liga de Brasil.
Para intentar tranquilizar los ánimos alterados de Gallego, el "Rojo" hará todo lo posible para finiquitar hoy la operación por el delantero Carlos Núñez, perteneciente a Liverpool de Uruguay, para reforzar un frente de ataque carente de goles desde hace largo tiempo.
Fuente: Playfutbol
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