Cuatro se entregaron en Tribunales y el otro al cierre de esta edición aún estaba prófugo. Así fue el día después de la decisión de la Justicia de detener a cuatro barras de los Racing Stones por el crimen del periodista partidario, Nicolás Pacheco Gómez, producido en la sede Villa del Parque el 23/1/13. También quedó involucrado aunque por encubrimiento agravado el sereno de la sede, Marcelino Lemo. Todos ellos serán indagados hoy por la jueza María Gabriela Lanz, y allí podrán hacer su descargo aunque como anticipó Olé ayer, las pruebas en su contra parecen contundentes: el informe forense dice que Nicolás fue molido a golpes, falleció en superficie y no ahogado, y que eso ocurrió tres horas antes de lo que denunciaron los barras, quienes pasaron de testigos de accidente a imputados de homicidio en 70 días. Pero además, hay una prueba extra incriminatoria: por una prueba científica se determinó que Pacheco cayó siete metros más lejos de donde se suponía y que allí había manchas de sangre que se limpiaron con lavandina. Entre las muestras que se lograron recoger, una no concuerda con el tipo y factor sanguíneo del periodista. Es por eso que el fiscal Marcelo Retes le pidió a la jueza que además de tomarles indagatorias, permita extraerles sangre a los acusados. Y si el ADN de alguno concuerda...
Quienes están en esa posición son los que compartieron el asado fatal aquella noche. El más complicado es Enrique Rulet (28 años), alias el Loco, porque es pugilista amateur y profesor de boxeo en Racing. Y las lesiones en el cuerpo de Nicolás parecen aplicadas por alguien que sabe perfectamente donde golpear. También quedaron involucrados Aníbal Domínguez Butler (56), alias El Vaquero, un barra de vieja relación con la Guardia Imperial y que estaba viviendo hace tiempo en la sede, y Patricio Gerson Reynoso (32), otro con años en la barra y causas por violencia en el fútbol. El que aún no se entregó es Juan Carlos Rodríguez (22), el Turu, aunque su abogado prometió que lo haría a la brevedad. Y el sereno Lemo (36) está acusado de ayudar a tapar todo.
Además de las pruebas científicas, la Justicia cuenta con la declaración de una vecina de la sede que dijo escuchar una pelea, golpes y un estallido como de un cuerpo contra el agua alrededor de las dos de la mañana, coincidiendo con el relato de la forense. Los barras dijeron, en cambio, que estuvieron con Pacheco hasta las seis y que recién se percataron de su ausencia media hora más tarde. Algo, evidentemente, no cierra.
Además, hay más de 100 horas de escuchas telefónicas donde si bien no se obtienen confesiones, sí hay referencias a la situación. Sobre eso y mucho más, deberán hablar hoy.
Fuente: Ole
Editado por Pelu Gomez
@peludariogomez
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